sábado, julio 25, 2009

Educación en bancarrota / julio 1964

Hace un par de domingos, adquirí un ejemplar en el mercadito de pulgas de Plaza Catedral que me llamó muchísimo la atención; mi interés principal era una lección de matemáticas que aparecía en el mismo, pero luego de sentarme con calma a leerlo, el libro inicia sus páginas con el siguiente texto:

La prensa ha denunciado el desastre en que se encuentra la educación pública primaria en nuestro país. La noticia, en realidad de verdad, no es nueva para los que estamos vinculados a la escuela panameña. La anemia que invade a los grados primarios, se refleja en el estancamiento que sufre, a su vez, la escuela secundaria. Es una reacción en cadena que repercute, finalmente, en la vida universitaria y, por ende, en la vida nacional.
Veamos los problemas que confronta nuestra escuela. Por un lado, sistemas calcados de otras latitudes se han impuesto por los pedagogos en los grados de primaria. Los resultados obtenidos a lo largo de 15 años, son negativos. No es arriesgado manifestar que una gran mayoría de los estudiantes abandonan las aulas de la escuela primaria para llegar al primer año de la secundaria sin saber leer de corrido y desconociendo las reglas elementales de la ortografía y la puntuación.
La enseñanza del Español deber ser nervio vital, el eje esencial sobre el cual descanse la instrucción de nuestros educandos. Ignorar tal hecho produce desajustes y fracasos posteriores. Es imposible esperar resultados óptimos en un alumno que no domine la lectura y la escritura. Es más, ese estudiante no puede tener interés en aumentar su cultura, utilizando obras efectivas de las bibliotecas y con la asistencia a conferencias, donde se expongan temas instructivos.
Por otra parte, poco a poco hemos ido exigiendo el mínimo de esfuerzo al estudiante...
... Otra causa de la disipación del estudiante es el abuso de días libres y la proliferación de actividades que ningún provecho - aparte del económico- dejan a la escuela. No olvidemos tampoco, la solución que le hemos dado a la llamada jornada única ¡Excelente medida para fomentar la vagancia!
... Estas notas sólo pretenden que el Ministerio de Educación dé un "hasta aquí y basta" a la desastrosa situación en que se encuentra la instrucción pública en Panamá. Que enderece su acción por senderos firmes, serios y positivos.
Instituto Nacional de Panamá, Estudios 3, segunda época no.3

Luego de leer me pregunto ¿1964? ¿en qué año estamos? ¿2009? caigo a reflexionar entonces en que la cuestión no es saber, sino que vas a hacer con lo que sabes y al parecer, nada se ha hecho con este tema en 45 años porque el asunto sigue siendo básicamente el mismo por no decir, que ha empeorado.
No es necesario entrar en mucha polémica cuando se dice que el problema cultural de esta nación radica en la educación o más bien, en la intención de esa educación. A muy pocos parece importarles - aunque debo decir que cada vez somos más- , lque la visión de país que tenemos sea tan diminuta y tan obsoleta que sinceramente es deprimente. Por alguna extraña razón, no pensamos por, ni en nosotros, muchas de las actividades culturales están siendo reguladas por políticas que han funcionado en otros países, vamos, que siempre estamos mirando hacia fuera y muy poco hacia dentro. Lo que funciona en otras latitudes no necesariamente funcionará para nuestro querido Panamá, nuestros temas culturales son nuestros y la forma de resolverlos debe partir de políticas culturales pensadas desde lo local. Abracemos nuestra propia identidad cultural y como dice el escrito " hasta aquí y basta" llevemos nuestra cultura por senderos firmes, serios y positivos. Cierro la reflexión con unas líneas de Cultura Profética, " hay que aprender a desaprender que no es contradicción, que es enmendarse, no todo lo que se ve es realidad, no todo lo que se escucha es la verdad, tenemos que aprender que no todo lo que se enseña nos hace crecer"...