jueves, octubre 01, 2009

Un buen negocio es el mejor arte

EFE. Londres, Reino Unido.
Andy Warhol dijo una vez, con una mezcla de aplastante sinceridad y cinismo, que “un buen negocio es el mejor arte”, y ese es el punto de partida de la exposición que la galería Tate Modern de Londres dedica al legado del Pop Art.

“Pop Life, Arte en un Mundo Material”, que podrá verse desde hoy hasta el 17 de enero del próximo año, es sin duda una exposición que atraerá –no hay que adivinarlo– a un gran público, sobre todo joven.

En la tienda del cuarto piso de la Tate venden reproducciones de las serigrafías de Marilyn Monroe, de Andy Warhol, un póster con el conejo de acero inoxidable de Jeff Koons, y camisetas con las palabras Pop Life o con una de las imágenes icónicas de Keith Haring que representa a un niño a gatas que parece despedir radiaciones.

También están a la venta camisetas y bolsas de la británica Tracey Emin con la figura de un gato, reproducciones de la calavera incrustada de diamantes de Damien Hirst y cojines en forma de girasoles de colores o pelotas con el mismo motivo del japonés Takashi Murakami.

En las paredes cuelgan otras camisetas diseñadas por él, piezas únicas que, sin embargo, no se venden, según explicaron a EFE fuentes de la galería, y obras con imágenes contra la plaga del sida, a la que él mismo sucumbiría en 1990.

Murakami, alumno aventajado de Warhol en lo que se refiere a la explotación comercial de su imagen, ha fundado todo un imperio creativo, ha comisionado exposiciones, protegidos, colaborado en videos musicales y en los álbumes de estrellas del hip hop y organizado su propia bienal artística en Tokio.

El artista japonés, conocido por sus muñecas de grandes ojos, inspiradas en la estética del manga y la moderna cultura nipona, no ha tenido nunca escrúpulos a la hora de colaborar con el mundo de la moda y ha diseñado lo mismo para Louis Vuitton que para Marc Jacobs.