jueves, julio 15, 2010

un museo a prueba de calor

Justificar a ambos ladosRoxana Muñoz, Diario La Prensa

Pica. Eso puede decirse de este sol que a la 1:00 p.m. brilla en la calzada de Amador donde se levanta el Biomuseo, que mirándolo a vuelo de pájaro da la impresión de metal culebreando.


Entendiendo este clima, sus constructores planean crear un edificio donde el calor entre lo menos posible, muy eficiente en cuanto al gasto energético. No faltaba más en el edificio que albergará el museo cuya misión es educar sobre la biodiversidad en la naturaleza.

El edificio cuenta con la ventaja de tener al lado un bosque de tres y media hectáreas, que además de aumentar la biodiversidad de vida también absorbe el calor.

Los vidrios, las paredes y los techos cumplirán, además, una función de aislantes.

Vienen de lejos

En un enorme espacio reposan ya las enormes planchas de vidrio. Viajaron desde China, minuciosamente embaladas y ensambladas, listas para colocarse cual si fueran la pieza que falta de un rompecabezas. Son doble lámina de vidrio para reducir el paso del calor, sin hierro –por lo que se ven algo verdes– que es un conductor de calor. Este vidrio se conoce como Low E o de baja emisión, explica Patrick Dillon arquitecto coordinador del proyecto.

En los predios de las oficinas del museo hay también una réplica de los techos. Mirando la construcción, ya se pueden ver los armazones de metal que estarán en el interior del techo. Sobre él se colocará una plancha de aluminio, un revestimiento de epdm (un tipo de caucho) y luego un aislante rígido de diez centímetros. Sobre él viene el acabado final, el techo que ya en las maquetas se puede ver multicolor.

Efectivamente, la réplica que puede tocarse se siente fresca a pesar de estar bajo el intenso calor de mediodía.

Además, los aleros del techo crearán sombra, y donde hay sombra el entorno es más fresco. Las paredes de concreto dejan pasar el calor, por lo que en este caso se construirán paredes con aislantes que limitarán el paso de las altas temperaturas.

Algo de aire

El biomuseo seguirá necesitando aire acondicionado, incluso el hecho de que esté circulando gente, generará calor. Para que un acondicionador de aire funcione eficientemente, debe mantener una constancia entre temperatura y humedad

La temperatura y humedad ideales (24 grados y 70%) se desbalancea al abrir y cerrarse constantemente las puertas. Cada vez que los visitantes entren al museo encontrarán primero un vestíbulo, sin aire acondicionado, que es una especie de zona de transición. Esto reduce la posibilidad de cambios bruscos en el clima creado dentro del edificio.

Los paneles de vidrio permitirán la entrada de luz, pero no de calor, y en las áreas que requieran iluminación se emplearán luces led, la luz ecológica de estos días porque es fría, no produce calor, y tiene un tiempo de vida mucho más largo.

“Se impidió la entrada del calor, se controló la temperatura y humedad interior. Y los sistemas mecánicos serán de última generación, por lo que funcionarán con un 60% menos de lo que típicamente usa un sistema de aire”, explica Dillon.

Según el arquitecto, este edificio no tendrá paneles solares, “pero aquí lo que se quiere no es producir energía sino usar menos”.

Acero Noruego y vidrios chinos

LEED son las siglas de Leadership in Energy and Environmental Design, una serie de normas elaboradas en Estados Unidos y que evalúan el uso eficiente de energía en un edificio, su sostenibilidad y la selección de materiales. Un punto que el Biomuseo no podría cumplir de la certificación LEED es que los materiales de construcción provengan de sitios ubicados dentro de un radio menor a 500 kilómetros.

En esta construcción el acero vino de Noruega; el vidrio llegó de China y los techos, de Tailandia. El transporte de esos materiales gasta combustible, que es lo que la arquitectura verde quiere evitar.

Según Patrick Dillon, es difícil para un edificio panameño alcanzar la certificación LEED, pero hay otras medidas que una construcción puede tomar para ser amigable con el ambiente, como el manejo eficiente de la energía.